Si has ido a ver el circo ya sabes lo emocionante que puede ser: la música, los acróbatas volando por los aires, los payasos que dan mucha risa… pero ¿de dónde salió el circo?

El circo moderno fue inventado por el inglés Philip Astley. Philip era un talentoso jinete, que en 1768 abrió un centro de equitación en Londres, en donde daba clases en las mañanas y  hacía una demostración de trucos en las tardes.

La escuela de Astley tenía un área de espectáculo circular llamado el círculo o circus (su nombre en latín) que más tarde, sería conocido como la pista. Además de permitir que el público pudiera ver permanentemente al jinete durante el espectáculo, montar en círculo ayudaba a los artistas a mantener el equilibrio al ponerse de pie sobre los caballos.

Luego de dos años, Philip sintió la necesidad de agregar novedades a su show, y decidió contratar a acróbatas, equilibristas y malabaristas, intercalando sus actuaciones con los trucos de equitación. Además, agregó a un personaje clave del teatro de Inglaterra de la época: el payaso, que llenaba los espacios entre actos.

En 1782 Astley abrió el primer circo de Paris, El Anfiteatro Inglés. Ese mismo año surgió su primer competidor: un antiguo empleado llamado Charles Hughes, quien fundó su propio circo en Londres. Charles fue el primero en llamar a su espectáculo circo.

Los primeros circos tenían su propio edificio en grandes ciudades. Eran teatros muy pomposos. Sin embargo, debido a que los Estados Unidos era un país en crecimiento, los artistas de circo de este país, decidieron empezar a viajar para alcanzar a los públicos de otras ciudades y pueblos.

En 1825, Joshua Purdy Brown, un empresario estadounidense, decidió cambiar la estructura permanente del circo y la transformó en una tienda gigantesca que montaba cuando llegaba a un pueblo y desmontaba al partir. También, agregó al espectáculo la exhibición de animales exóticos que ejecutaban trucos. Durante mucho tiempo, este estilo de circo se convirtió en el estándar del espectáculo.

El circo se empezó a renovar en la década de los 70, cuando desde diferentes lugares del mundo llegaron iniciativas que fueron transformado al nuevo circo en un despliegue de creatividad y expresión artística. Es el caso de circos como el Cirque du Soleil, que cambia el programa periódicamente y trata cada presentación, casi como una obra de teatro.

El nuevo circo también se ha desligado de la incorporación de animales a sus espectáculos, ya que la vida itinerante en jaulas y el fuerte entrenamiento para aprender nuevos trucos, es actualmente considerado como crueldad hacia los animales que lo sufren.

 

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